1. Comer con moderación e incluir alimentos variados en cada comida: una alimentación saludable debe incluir todos los grupos de alimentos. Es importante hacer 4 comidas y agregar alguna colación entre comidas si pasan muchas horas entre ellas. Nunca dejes de desayunar! Y tratá de que tu cena sea liviana.
2. Consumir todos los días LECHE, YOGURES o QUESOS MAGROS. Es necesario en todas las edades. Tienen proteínas de excelente calidad y calcio de alta biodisponibilidad necesario para una buena salud ósea. Preferí las variedades descremadas así no agregas grasas saturadas innecesariamente.
3. Comer diariamente FRUTAS y VERDURAS de todo tipo y color. Usa a las frutas como postre o como colaciones entre comidas. Preferí las frutas y verduras de estación. Consumilas frescas y con cáscara preferentemente. Son una excelente fuente de vitaminas, minerales y fibra.
4. Comer amplia variedad de CARNES rojas y blancas, retirando la grasa visible. Entre 2 y 3 veces por semana podés incorporar cortes de carne vacuna magra: nalga, peceto, cuadril, lomo. Podés incorporar cerdo (carré, solomillo, chuleta) y pollo sin piel. Incorporá el pescado al menos 2 veces por semana.
5. Preparar las comidas con ACEITE preferentemente crudo y evitar la grasa para cocinar. Sé cuidadoso con la cantidad que utilizas porque es de alto valor energético. Podés elegir por su perfil de ácidos grasos el aceite de oliva o canola.
6. Disminuir el consumo de AZÚCAR y SAL. Acostumbrate a comer sabores suaves o a condimentar con otros ingredientes como especias aromáticas. Probá la comida antes de agregarle sal y tené presente que tanto sal como azúcar se encuentran presente en infinidad de alimentos.
7. Consumir variedad de panes, cereales, pastas, harinas, féculas y legumbres. Estos alimentos son fuente de hidratos de carbono que nos brindarán energía para las actividades cotidianas. Ajustalo a tus requerimientos según tu nivel de actividad física. Preferí los integrales y en preparaciones que no sumen grasas.
8. Disminuir el consumo de BEBIDAS ALCOHÓLICAS y evitarlo en niños, adolescentes y embarazadas. El alcohol no es un nutriente. Aporta 7 calorías por gramo y en exceso puede causar muchos daños a la salud por ejemplo al depositarse en el hígado en forma de grasa (hígado graso)
9. Tomar abundante cantidad de AGUA potable durante todo el día. Que el agua sea parte esencial de tu hidratación. Eventualmente podés incorporar infusiones y bebidas sin azúcar para sumar al aporte. Adicioná agua cuando hace calor y nunca esperes a tener sed para hidratarte.
10. Aprovechar el momento de las comidas para el encuentro y diálogo con otros. Comer sentado y en familia permite la construcción de hábitos saludables. Servir la comida en el plato, evitar las grandes fuentes en el centro de la mesa. Comé tranquilo y reconocé las señales de saciedad. Detené tu ingesta cuando te sientas satisfecho. No hace falta que termines tu plato. Podes guardar el sobrante para una próxima comida.