El boom de los procedimientos estéticos no quirúrgicos comenzó en los años 90 con la llegada de los peelings de ácido glicólico, los rellenos de cido hialurónico, el uso estético de la toxina botulínica y los primeros láser de depilación y rejuvenecimiento. Han pasado más de veinte años y algunos de ellos continúan siendo los tratamientos más realizados por su eficacia y seguridad.
Toxina botulínica: lifting sin cirugía.
Su indicación: Los resultados más satisfactorios se obtienen en el tratamiento de arrugas de expresión. Habitualmente se trataba el tercio superior del rostro: entrecejo, frente y región periocular; actualmente ya no se corrige una zona aislada, sino varias, se busca armonizar los gestos. Para ello también se trata el tercio inferior buscando relajar los músculos depresores de la cara (de la boca, del septo nasal, el mentón y el cuello).
Duración: Aunque su efecto es transitorio (cada 4-6 meses), su aplicación es fácil y poco traumática.
Los resultados deben conseguir un aspecto natural y relajado y no una expresión congelada. Los problemas que pueden surgir son las asimetrías y movimientos poco naturales, visibles al gesticular o estornudar, por ejemplo. Pero las posibles complicaciones son reversibles, lo que hace que se trate de un procedimiento muy seguro.
Rellenos reabsorbibles: Reposicionar sí, inflar no.
Su indicación: Permiten reposicionar el volumen perdido remodelando el contorno facial y corregir las arrugas finas alrededor de los ojos y los labios. El relleno se aplica través de inyecciones para revitalizar el colágeno, o más profundas, para reponer volúmenes que van perdiéndose con los años. Existen varias sustancias de relleno reabsorbibles. El más utilizado es el ácido hialurónico. Se trata de una sustancia natural presente en todos los organismos vivos y en nuestro cuerpo; puede retener grandes cantidades de agua, su uso es ideal para dar volumen e hidratar los tejidos. Está indicado para el tratamiento de arrugas, para aumentar el volumen de pómulos, mentón o labios, perfilar los labios y tratar ojeras.
Duración: Entre 6 y 12 meses.
Así no: Cuando está mal aplicado un relleno el resultado puede ser un exceso de volumen.
Peeling químico: Piel nueva.
Su indicación: Elimina capas de piel de forma más o menos profunda según el ácido empleado para favorecer la renovación cutánea, aclarar manchas, aportar luminosidad y corregir el acné y sus secuelas leves. Consiste en la eliminación de distintas capas de la piel mediante la aplicación de un agente químico; las capas de la piel superficiales son sustituidas por otras nuevas de mejor calidad, con menos manchas y arrugas, mejor textura y más luminosa.
Según su profundidad se clasifican en:
Superficiales: Son los más utilizados. Atenúan las cicatrices leves originadas por el acné, cierran los poros, corrigen las arrugas finas y aportan uniformidad al tono de la piel. Se realizan fundamentalmente con alfa-hidroxiácidos (glicólico, láctico, mandélico), betahidroxiácidos (ácido salicílico), ácido retinoico, fenol modificado, ácido tricloroacético al 10-15%. Se necesitan entre 4 y 6 sesiones para lograr un resultado óptimo. Para tratar elmelasma existen varias fórmulas de mascarillas despigmentantes que combinan el ácido retinoico y sustancias despigmentantes que generalmente, se aplican en una sola sesión.
Medios: Están indicados para un envejecimiento solar más avanzado ya que actúan sobre las arrugas finas y de profundidad media y para controlar las manchas producidas por el sol. También se realizan como paso previo o complemento de muchos tratamientos dermatológicos.
Profundos: Consiguen actuar sobre las arrugas superficiales, medias y profundas, eliminar manchas solares y queratosis. También induce la retracción de la piel, lo que ayuda a mejorar la flacidez.Sin embargo, son procedimientos agresivos y con un tiempo de recuperación largo y solo deben ser realizado por dermatólogos muy entrenados.
Qué es lo que realmente funciona?
Los mejores resultados se consiguen combinando los tratamientos de forma individualizada según las necesidades de cada paciente y en manos de un dermatólogo experto.